martes, 16 de enero de 2018

CARIDADES DE SAN ANTÓN.

“Hasta San Antón Pascuas son

¡De este año no pasa!
¡Las de veces que habré oído decir esto a Emeterio! Pero este año me sorprendió. ¡Vaya si lo hizo! 


Hace tiempo, ordenado unas cajas que no se tocaban desde hace mucho, salio por casualidad, el sello de las Caridades de San Antón... ¡Junto con la receta!.

Sellos antiguos de madera.
Nos contaba el abuelo Emeterio, que les gustaba a la gente más la receta del abuelo Sacramento,-su padre- y la Hermandad les pidieron que ellos la hicieran todos los años, pero que no llegaron a un acuerdo.


Foto cogida y ampliada  de las redes sociales
Aquí la tradición de estas pastas pasa por los antepasados familiares. Ya por los años 70 y tantos, cuando yo ya daba vueltas por aquí, Emeterio padre e hijo, seguían haciéndolas por estas fechas. Que más adelante se volverían hacer para San Blas.



Eran fechas que en las que -como decía el abuelo Emeterio- se vendían en los tres días que duraban estas fiestas. Dos días en el puesto en las puertas de la Iglesia de Santiago, y uno o más en el despacho de su casa -en la C/ Jacinto y luego en el mercado de Abastos, o en el local que más tarde que adquirierón en la C/ Avenida de los Mártirez, ahora Calle de Alarcos-.






   
Somos de la Hermandad del Santo, al igual que Julían, hijo de la tía Gregoria, hermana del abuelo Emeterio -que todavía vive y nos cuenta algunas historias de cuando en cuando- y todos los años nos corresponde dos docenas, junto con  la lotería para el sorteo del "guarrillo". Que nunca nos enteramos a quien toca.
   


 Antes, nos  contaban, que se juntaban en la sacristía de Santiago, y allí delante de todos los presentes, se rifaba el numero que posteriormente habían vendido. Unas papeletas, una especie de tiras largas de colores con varios números que no eran correlativos.



Nos contaba mi suegra, que era costumbre de guardar una caridad en una bolsa junto con una moneda, para asegurarte de que no faltase dinero durante todo el año. ¡Y aguanta sin estropearse! Porque es una pasta seca que tiene poca humedad. 


Antiguamente, decía que no se le echaba los anises de colores, era azúcar húmeda, aterronada, para que ronchara. Pues no existían tantos colores en la repostería.


Dicen que es un secreto la receta, así pues, me vais a permitir que no la revele. Hemos visto las recetas que circulan por la red, y la nuestra tiene algunas variantes, siendo la base la misma: Harina, azúcar, manteca, matalahúga o anises... 


Son 137 hermanos los que componen. Es un privilegio que pasa de padres a hijos. Era el bisabuelo Sacramento. que paso a su hijo Emeterio. En nuestro caso, al nieto.


Al fallecer el abuelo Emeterio, paso a su nieto Víctor, nuestro hijo, que por estar tan unido a él nos pareció correcto. Y a él le gusto el gesto.


Yo también soy perchelera, he vivido siempre el barrio. Y lo que son las cosas, al casarnos nos fuimos también por aquella zona, y mis hijos nacieron allí. Así pues, conocemos muy bien estas  fiestas. 


Es obvio que los primeros en probarlas ha sido la familia. La falta de costumbre, no ha salido el escudo en las caridades. Espero que me vuelva hacer más y poder cambian las fotos. Pero, están buenas. Damos fe.


  
Una buena hoguera, la bendición de animales, para celebrar la tradicional festividad de San Antón y, algo típico que se prepara en la hermandad, estos días las Caridades de San Antón. 
Receta centenaria que ha pasado de generación en generación. En nuestro caso, ya veis que también.




  Después de la Navidad, hay un dicho con la famosa frase:
“Hasta San Antón Pascuas son”.

Espero que os haya gustado. Lo actualizare conforme vaya cogiendo imagenes nuevas. ¡Palabra!


Si queréis probar nuestras Caridades...
Estamos en C/ Obispo Estenaga 3. Ciudad Real.

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