jueves, 30 de octubre de 2014

BUÑUELOS DE VIENTO

Es tiempo de ... BUÑUELOS!!


Si hay un dulce típico de estas fiestas, son los buñuelos de viento y los huesos de Todos los Santos que se celebra  el 1 de Noviembre, y es importante mantener las constumbres y las recetas españolas.

"Me niego hacer los buñuelos antes de su tiempo", Nos dice Emeterio, nuestro pastelero.



Nos gusta que sea en sus días como marca la tradición, y así el público lo demanada con más gana. Así lo hacia su abuelo, su padre y ahora nosotros.



BUÑUELOS DE VIENTO

Es una masa frita que resulta increíblemente deliciosa si se sabe preparar bien, es decir, frito  en un buen aceite, en nuestro caso de oliva puro y ecológico, Oleo Pepillo, que hace que el aceite no se ensucie enseguida, y a la vez que no chupe demasiado aceite. Y... se nota!.


Un buen relleno de crema pastelera, ¡como los clásicos de toda la vida!

Han de quedar ligeros, que al abrirlos se vean las burbujas de aire, pues de ahí lo de su nombre "de viento", y no se quede un mazacote. 


Sus ingredientes son harina, huevos, margarina vegetal y agua.
No es que sea dificil su elaboración, pero si muy laboriosa que se lleva mucho tiempo.



Para cada tanda, solo la masa, minimo tres horas. Luego...rellenar.


Cada maestrillo tiene su técnica, y aquí lo véis cómo los hace. 
Nos gusta pequeños, pues así entran más en el peso y se pueden compartir mejor.

Seguimos haciéndolos como los hacia su padre, que lo aprendió del suyo, y este de un familiar que ya trabajaba de panadero. En sartén, como siempre, pues se nota!

Es tiempo de buñuelos, dedicación exclusiva, hay que dejar de hacer algunos productos, y luego hay que sacar tiempo extra para hacer el resto de los pasteles.



Os dejo unas cuantas fotos, para que veáis el trabajo en plena faena.


Se suelen rebozar con azúcar. Nosotros nos gusta espolvorear por encima, para no recargarlos.

 
 Están buenísimos, irresistibles!! Pruébalos y me contáis.   
  

¡¡A la cara se te tiran 
los palpitantes buñuelos
y se te encrespan los pelos,
cuando tus ojos los miran!
¡Éstos por ellos suspiran
por su relleno interior,
no digamos ya el sabor
que a su paso van dejando,
gran placer van derramando,
éste es casi embriagador...!!

Gracias a Manuel Mejías Sánchez-Cambronero por este poema.
   
Os dejo una idea, para decorar de una forma sencilla una calabaza.


 Próximo post: Huesos de Santo.
                                

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