¿Considerando rebajar las grasas? ¡Entonces prueba este bizcocho!
Es un bizcocho ligero y muy suave, y sin gota de grasas -Ni mantequilla, aceite...- Una de las elaboraciones básicas en nuestra pastelería, ya que con algunas variantes se pueden obtener varias recetas.
Sus ingredientes, poquitos: Huevos, harina y azúcar.
La forma de mezclarlos y el reposo... La formula secreta mejor guardada! Jeje...
Estos pequeños bizcochos alargados y jugosos, ya por sí solos están buenisimos, son ideales para hacer postres caseros, ya que si la base es buena por absorber muy bien toda clase de líquidos, y con un esfuerzo mínimo, te asegura un gran resultado.
Como por ejemplo; ponerlas en cuencos con natillas, en el famoso tiramisú italiano, o la conocida Charlota o Carlota francesa.
Este bizcocho, es de las recetas de la familia. Igual que las hacia el bisabuelo Sacramento, que luego las hizo el abuelo Emeterio y ahora las hace su hijo Emeterio.. Y hasta seguimos con la costumbre como hacia él, de hacer los bizcochos de soletillas solo los miércoles durante casi todo el año.
Así no hace falta preguntar...¿Estaran tiernos? Pues eso seguro, porque otro día no los hay.
Nos contaban los abuelos, que antes en la bodas, era lo que se acostumbraba a dar. Un buen chocolate caliente y unos bizcochos de soletillas. Todavía de tarde en tarde se sigue encargando para este fin. Porque...
Si tienes que quedar bien con todos... Que harías? Los mejores momentos de la vida, son así de sencillos.
Un chocolate caliente y unos bizcochos de soletillas, para el despertar del sábado de familia política y amigos. Bueno y medio pueblo!
Así lo hizo la abuela con su madre, al igual que su madre con ella, y ahora le toca a ella seguir la tradición en la boda de su hijo.
Casi 500 piezas de bizcochos listos para el acontecimiento. Os imagináis la escena!! ... Nos encanta!! :)
(Esto fue un encargo para Alcolea de Calatrava)
Aguanta tierno varios días. De todas formas, los bizcochos los podéis congelar, puesto que son recientes. El día que lo necesitéis, lo sacáis lo que vayáis a utilizar y dejáis que se descongele a temperatura ambiente.
La Carlota o Charlota es una tarta que apenas requiere esfuerzo a la hora de prepararla rápida, pues lo principal es la base de los bizcochos. Es fácil y no necesitas encender el horno.
Corta la punta de los bizcochos de soletilla y forrar la base de un molde desmoldable.
Se
elabora forrando un molde de bordes altos con bizcochos de soletilla,
y para moldear la línea exterior del pastel y proporcionarle su
aspecto peculiar rellenando por dentro intercalando capas.
Te aseguramos que está buenisimo. Pues la base de una tarta es el bizcocho y si esté es bueno, lo tienes casi todo hecho. Rellena de natillas, mermelada o lo que te apetezca.
Al final puedes decorarla con la fruta de temporada que más te guste, fresas, arándanos, uvas... Para darle un toque más elegante puedes ponerle un lazo alrededor. De restaurante!
El resultado vale la pena.
Estos bizcochos tan suaves tienen hasta su historia...
Todo estaba listo para la visita del rey de Francia. El maestro de ceremonias y encargado de la supervisión y organización de todo el banquete de bienvenida no dormía desde hacía días. Le costaba pillar el sueño porque en cuanto cerraba los ojos oía la voz histérica del duque de Saboya. Desesperado, una noche bajó a la cocina y la cocinera le ofreció un vaso de leche caliente y unos bizcochos que habían salido mal porque había olvidado añadir levadura a la mezcla. Ella consideró que siendo tan planos nadie los querría y pensaba llevárselos a su nieto cubiertos de una capa de azúcar glassé. El maestro aceptó gustoso la invitación y, tal fue la impresión causada por esos delicados bizcochos, que al día siguiente, tras una noche de sueño reparador, pidió a la cocinera que los repitiera para que formaran parte del ágape de bienvenida para el rey. El éxito en la corte fue rotundo, y el duque con la boca llena de bizcochos no podía gritar.
Encantados de veros por aquí. Hasta el próximo post!
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La forma de mezclarlos y el reposo... La formula secreta mejor guardada! Jeje...
Estos pequeños bizcochos alargados y jugosos, ya por sí solos están buenisimos, son ideales para hacer postres caseros, ya que si la base es buena por absorber muy bien toda clase de líquidos, y con un esfuerzo mínimo, te asegura un gran resultado.
Este bizcocho, es de las recetas de la familia. Igual que las hacia el bisabuelo Sacramento, que luego las hizo el abuelo Emeterio y ahora las hace su hijo Emeterio.. Y hasta seguimos con la costumbre como hacia él, de hacer los bizcochos de soletillas solo los miércoles durante casi todo el año.
Así no hace falta preguntar...¿Estaran tiernos? Pues eso seguro, porque otro día no los hay.
Nos contaban los abuelos, que antes en la bodas, era lo que se acostumbraba a dar. Un buen chocolate caliente y unos bizcochos de soletillas. Todavía de tarde en tarde se sigue encargando para este fin. Porque...
Si tienes que quedar bien con todos... Que harías? Los mejores momentos de la vida, son así de sencillos.
Un chocolate caliente y unos bizcochos de soletillas, para el despertar del sábado de familia política y amigos. Bueno y medio pueblo!
Así lo hizo la abuela con su madre, al igual que su madre con ella, y ahora le toca a ella seguir la tradición en la boda de su hijo.
Casi 500 piezas de bizcochos listos para el acontecimiento. Os imagináis la escena!! ... Nos encanta!! :)
(Esto fue un encargo para Alcolea de Calatrava)
Aguanta tierno varios días. De todas formas, los bizcochos los podéis congelar, puesto que son recientes. El día que lo necesitéis, lo sacáis lo que vayáis a utilizar y dejáis que se descongele a temperatura ambiente.
La Carlota o Charlota es una tarta que apenas requiere esfuerzo a la hora de prepararla rápida, pues lo principal es la base de los bizcochos. Es fácil y no necesitas encender el horno.
Corta la punta de los bizcochos de soletilla y forrar la base de un molde desmoldable.
Te aseguramos que está buenisimo. Pues la base de una tarta es el bizcocho y si esté es bueno, lo tienes casi todo hecho. Rellena de natillas, mermelada o lo que te apetezca.
Al final puedes decorarla con la fruta de temporada que más te guste, fresas, arándanos, uvas... Para darle un toque más elegante puedes ponerle un lazo alrededor. De restaurante!
El resultado vale la pena.
Estos bizcochos tan suaves tienen hasta su historia...
Todo estaba listo para la visita del rey de Francia. El maestro de ceremonias y encargado de la supervisión y organización de todo el banquete de bienvenida no dormía desde hacía días. Le costaba pillar el sueño porque en cuanto cerraba los ojos oía la voz histérica del duque de Saboya. Desesperado, una noche bajó a la cocina y la cocinera le ofreció un vaso de leche caliente y unos bizcochos que habían salido mal porque había olvidado añadir levadura a la mezcla. Ella consideró que siendo tan planos nadie los querría y pensaba llevárselos a su nieto cubiertos de una capa de azúcar glassé. El maestro aceptó gustoso la invitación y, tal fue la impresión causada por esos delicados bizcochos, que al día siguiente, tras una noche de sueño reparador, pidió a la cocinera que los repitiera para que formaran parte del ágape de bienvenida para el rey. El éxito en la corte fue rotundo, y el duque con la boca llena de bizcochos no podía gritar.
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